Los sistemas sanitarios deben asegurar que las organizaciones sanitarias cuenten con un número suficiente de profesionales altamente cualificados, que permitan la ejecución de los procesos asistenciales, ya que cuanto mejor formación tengan estos profesionales, mejores resultados se obtendrán en los pacientes.

Cada aumento del 10 por ciento en el número de enfermeras contratadas con grado de licenciado se asocia a una disminución de la mortalidad del 5 por ciento. Igualmente, un aumento del 10 por ciento en la proporción de enfermeros especialistas se asocia con cinco muertes de pacientes menos por cada 1000 personas dadas de alta. En países como Canadá, los hospitales con un porcentaje más alto de enfermeros especialistas tienen menor mortalidad, al igual que los hospitales con enfermeros mejor formados.

En Reino Unido, el personal de enfermería está asumiendo en estos últimos años nuevas competencias que están dando buenos resultados. Los estudios que comparan a los enfermeros con los médicos de atención primaria, evidencian igual efectividad y ciudadanos más satisfechos, ya que el 87 por ciento de la población del Reino Unido, manifiesta estar de acuerdo con que les atienda su enfermero cuando acudan a consulta en su centro de salud por un problema que no sea grave. Esta medida cuenta con el apoyo de la Asociación Médica Británica.