Navidad en pijama
Llega la Navidad y su ambiente se respira en todos los centros sanitarios de nuestro país. Los hospitales se visten de una luz y un color que se entremezcla con miles de historias personales que contienen distintos niveles de dolor y tristeza.
Nadie quiere pasar las navidades en un centro sanitario por mucho que los profesionales, aun a costa de su propia nostalgia por no estar con los suyos, pongan su mejor cara y trabajen, más que nunca, humanizando la sanidad e intentando compensar las ausencias de familias y seres queridos.
Son días en los que, tras las guirnaldas, se esconden muchos de los problemas de los centros sanitarios, que pasan a una segunda fila con tal de que los pacientes perciban calor, alegría y cariño. Son días en los que aunque, como siempre, falten enfermeras ya que no se sustituyen, se intentan compensar de la mejor manera posible las carencias para ofrecer los mejores cuidados.
Lo que está claro, y sobre todo se nota en Navidad, es que nos gusta nuestra profesión. De otra manera nadie se explicaría que trabajando la noche de Nochebuena las enfermeras y enfermeros se pongan la mejor de las sonrisas para trabajar y formar, junto con sus enfermos, una pequeña familia con la que compartir la noche más entrañable del año.
Tampoco es “normal” que muchos compañeros sean felices porque después de meses sin poder conseguir un contrato logran, precisamente para las noches de Nochebuena, Nochevieja y Reyes que les llamen para trabajar y cambien a sus seres queridos por otros a los que esos días también van a demostrar que, tras las paredes blancas de los centros sanitarios, hay profesionales, pero sobre todo personas, a las que les preocupan que los pacientes estén alejados de sus familias en estos días tan especiales.
La Navidad tiene ese toque especial que nos hace reflexionar y sobre todo agradecer lo que tenemos. Por ello, y como enfermera, desde estas líneas quiero agradecer a todos los enfermeros y enfermeras y especialmente a los que van a trabajar estos días, su trabajo, su humanidad y su excelencia profesional, ya que con sus aptitudes y actitudes logran que nuestra profesión sea valorada socialmente y reconocida como la mejor profesión del mundo: la que se encarga de cuidar de las personas.
A todos los compañeros de los centros sanitarios (enfermeras, auxiliares, limpiadoras, celadores, médicos, administrativos, personal de mantenimiento, de cocina, de lavandería, etc.), y también a los enfermos y familiares que pasarán estos días ingresados… ¡Feliz Navidad!
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